viernes, 24 de febrero de 2012

¿QUÉ IMPLICA SER DOCENTE DE UN SEGUNDO IDIOMA?

La nostalgia del maestro artesano

Bien claro debe tenerse que al ser docente de una lengua extranjera es esto lo mínimo que debe enseñarse. Es decir, que de todo lo que se comparte con un estudiante, es el saber específico propio del maestro lo que tendría menor relevancia a la hora de formar a alguien. Cuando se tiene a otro ser humano frente a sí con fines pedagógicos, se le debe formar integralmente. Esto implica que, durante el tiempo que se educa, el pupilo debe ser cultivado para que no termine siendo un habitante más del planeta, sino que se diferencie de los otros por su cultura.
Así como otrora los sociólogos y pedagogos se interesaron por la integralidad del aprendiz, el docente de lenguas extranjeras del siglo XXI debe enfocar su enseñanza a lo que se viene e incluso adelantarse e innovar. Esto último probablemente es lo más complicado puesto que generalmente no se ve con buena cara sino después de pasado mucho tiempo. Sin embargo, no se debe dejar de lado la historia y es necesario retomar antiguas prácticas que dieron y pueden seguir dando buenos resultados en el proceso de aprendizaje.
Supongo que la pretensión de una formación integral incluiría las artes, las manualidades, el ejercicio físico, las ciencias exactas, naturales y sociales e incluso filosofía y moral y que todo esto sería muy complejo para que un profesor de un segundo idioma aplicase en su cátedra; no obstante, durante el periodo de acompañamiento se puede dejar implícitamente la muestra, el ejemplo o el patrón a seguir por el estudiante de acuerdo a lo expresado por el docente en su relación con los estudiantes.
Esto debería verse reflejado desde la manera de vestir del profesional, hasta la forma de expresarse y de tratar a sus alumnos, pasando por la impresión que debe causar en ellos. Ser docente de un segundo implica, además de lo dicho hasta aquí, tener un alto nivel de cultura, ser cultivado y ser cultivador para cosechar los mejores frutos posteriormente, sin dejar de lado –claro está– su saber específico.

viernes, 20 de enero de 2012

Homero El Educador

Homero ha de ser considerado como el primero y el más grande educador y formador de la humanidad griega. La importancia educadora de Homero no se limita al planteamiento expreso de determinados problemas pedagógicos ni a algunos pasajes que aspiran a producir un determinado efecto ético. Homero nos ofrece múltiples descripciones de los antiguos poetas, de cuya tradición artística ha surgido la épica. El propósito de aquellos cantores es mantener vivos en la memoria de la posteridad los hechos de los hombres y los dioses. La gloria y su mantenimiento y exaltación constituye el sentido propio de los cantos épicos. La épica constituye un mundo ideal y el elemento de idealidad se halla representado en el pensamiento griego primitivo por el mito. La tendencia idealizadora de la épica, conecta con su origen en los antiguos cantos heroicos, la distingue de las demás formas literarias y la otorga un lugar preeminente en la historia de la educación griega. Todos los géneros de la literatura griega surgen de las formas primarias y naturales de la expresión humana. La poesía da ventajas a la enseñanza intelectual; ésta es más filosófica que la vida real, pero más vital que el conocimiento filosófico. También quiere poner de relieve en sus obras el valor de todos los héroes famosos; sobre el fondo sangriento de la pelea heroica se destaca, en la Ilíada, un destino individual de pura tragedia humana: la vida heroica de Aquiles. La acción de éste es pura; el poeta es el lazo íntimo mediante el cual reúne las escenas sucesivas de lucha en una unidad poética. A la trágica figura de Aquiles debe la Ilíada el ser un monumento inmortal para el conocimiento de la vida y del dolor humano. La obra de Homero está en su totalidad inspirada por un pensamiento filosófico relativo a la naturalezahumana y a las leyes eternas del curso del mundo. Su gracia se muestra en que penetra en lo universal y necesario de su asunto, y desde los primeros versos la acción transcurre con ininterrumpida continuidad.